Oued Laou se sitúa en la parte mediterránea de
Marruecos, por debajo de TeTuán, justo delante de las montañas
del Valle del Rif. Es un pueblecito pesquero
que acoje una buena parte del turismo marroquí en verano, que acuden
allí a descansar para disfrutar de su buen clima y las tranquilas aguas
que lo bañan. Curiosamente no encontraremos allí un jachís
de buena calidad, en parte dicen por que la proximidad del mar afecta malamente
a las poquitas plantaciones de kifi que encontraremos en la explanada que
separa las Montañas del Rif de las playas del Mediterráneo,
y a pesar de estar tan cerca de la cuna y la capital del capricho fumeta,
pues son pocos los que se arriesgan a pasar los controles de policía
repartidos por todas las carreteras del norte.
En
las playas de Oued Laou se puede gozar de una gran tranquilidad, sin el estupor
del asedio de los bisnistas, (del inglés Business, negocio). Allí
en cualquier cafetería alojada en la playa podremos disfrutar de una
buena parrillada de pescao y marisco muy fresco, recién traído
a media mañana por los pescadores, que parten de madrugada a faenar.
También encontraremos una gran intimidad en las calas que salpican
la costa a su alrededor, desiertas casi siempre, donde te puedes bañar
cómodamente sin tener que usar un "taparrabos". Los petas,
para quien guste, es conveniente traerlos de fuera. Allí incluso es
posible que se te acerque alguien para pedirte una china con la intención
de comprarte una parte, pues saben que el turista suele llevar consigo "cosa
buena".
Las constructoras le han echado ya el ojo a este pequeño
rincón de Marruecos, casi desconocido en Europa, y se empiezan
a constuir urbanizaciones de lujo al borde de calas como la que vemos en la
fotografía. Marruecos está en pleno desarrollo y cada vez son
más los que pueden permitirse un chalet de lujo en la playa.
Un día a la semana se monta el Mercadillo en las afueras
de Oued Laou, a donde acude gente de todas las aldeas de alrededor a comprar
y a vender. Encontraremos grandes gangas y asombrosas curiosidades entre el
laberinto de tenderetes, que parece no acabarse...
En
Oued Laou también podremos tener la seguridad de comer pollo fresco
eligiendo entre unos cuantos en un corral del mercado. Delante nuestro le
darán caza, nos lo matarán, desplumarán y entregarán
en el momento. Un sistema de garantía que no estaría mal importar
para las grandes superficies y ahorrar así un montón de plástico.
Ouad Laou, al Norte de Marruecos, es otro lugar al que regresar.
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